Con unos amigos, todos ellos descendientes italianos, quisimos hacer un crucero por Europa, específicamente Croacia, pero antecederlo con un recorrido por pueblos italianos que no fueran tan turísticos ni los típicos, para así poder conocer y degustar la comida, arquitectura, cultura y costumbres de cada lugar.
ROMA Y SUS TRATTORIAS
Partimos por Roma, ciudad tan querida y que me evoca tantos recuerdos. Recorrimos sus calles preciosas, llenas de vida y alegría, y sus exquisitas trattorias: pequeños restaurantes con harto encanto y, en general, sencillos y atendidos por sus propios dueños.
En Roma recomiendo estos restaurantes:
Ristorante Tullio (Via di S. Nicola da Tolentino 26, Piazza Barberini)
La Taverna degli Amici (Piazza Margana 37): es barato, está cerca de la Via delle Botteghe Oscure y Via dei Polacchi, y es ideal para ir a almorzar.
Antica Pesa (Via Garibaldi 18, Trastevere): tiene una rica terraza y hay que reservar.
En Roma, siempre voy a un hotel que está a cuatro cuadras del centro, al cual ya estoy acostumbrada. Es barato e impecable. Tiene una linda terraza, con un bar arriba, lo que lo hace entretenido sin tener que pagar de más.
LA TOSCANA: CORTONA
Luego de cuatro días en Roma, salimos por la carretera A1 hacia Cortona, en la región de La Toscana. La distancia es de 204 kilómetros (2 horas y 26 minutos). Alojamos en las cercanías de Cortona, en un hotel precioso en el campo, en donde además sirven comida casera deliciosa. Uno se siente realmente en su casa.
Cortona es un pequeño pueblo y una de las principales zonas turísticas de La Toscana. Evoca la época medieval y la influencia del Renacimiento, sin dejar de lado la era moderna. Para hacerse una día de su atractivo, en el centro de la ciudad se filmó la película La vida es bella. Además se caracteriza por sus murallas y tumbas de la época de los etruscos.
En el Museo Diocesano hay importantes piezas de arte que datan desde el siglo II d.C. hasta la época moderna. Entre los artistas de los cuales se exhibe su obra resaltan Luca Signorelli y Fra Angelico.
A pocos kilómetros del casco de Cortona está la Ermita de las Celdas, fundada por San Francisco en el año 1211. La visita es agradable y tranquila, y en ella se puede ver la “celda” que sirvió por un tiempo de vivienda a San Francisco de Asís.
También muy cerca está Melone del Sodo, dos impresionantes recintos que albergan tumbas etruscas, esculturas y un asombroso altar adornado con escenas de enfrentamientos entre humanos y seres monstruosos y fantásticos.
Por último visitamos la Abadía di Farneta, cerca del centro de Cortona, la cual fue levantada por monjes benedictinos entre los siglos VIII y IX. En ella destaca la cripta, con columnas y capiteles romanos.
UNA BREVE PARADA EN AREZZO
Desde Cortona fuimos a Arezzo, una ciudad en la encrucijada de cuatro valles: Valtiberina, Casentino, Valdarno y Valdichiana. Este es el lugar de nacimiento de muchas ilustres figuras, como Giorgio Vasari, Piero della Francesca, Guido Monaco, Francesco Redi y Francesco Petrarca.
No tuvimos mucho tiempo para recorrer Arezzo. Por suerte, todo está cerca y lo que alcanzamos a ver nos hizo pensar que esta ciudad era preciosa. Los principales atractivos son:
Basílica de San Francisco
Piazza Grande
Catedral de Arezzo
Basílica de San Domenico
Museo Casa Vasari
Museo Estatal de Arte Medieval y Moderno de Arezzo
Palazzo Pretorio
Fortaleza de los Medici
Anfiteatro Romano
NORTE DE ITALIA: LA VERONA DE “ROMEO Y JULIETA”
Luego de increíbles días en La Toscana, salimos hacia Verona, en la región del Véneto, al norte de Italia. Ahí alojamos en un hotel que nos encantó, muy céntrico, en la parte antigua de la ciudad, cerca de la Arena, donde se realizan conciertos maravillosos. El hotel está muy bien decorado, pero no es barato.
Tuvimos dos días para recorrer Verona, Mantua, Padua y Vicenza. Lugares increíbles, no tan turísticos y con mucha historia, arquitectura y buena comida.
Verona tiene una ciudad antigua medieval construida sobre el zigzagueante río Adigio. Es famosa por ser el escenario de la obra “Romeo y Julieta” de William Shakespeare. Por eso, aquí se puede visitar la que se conoce como “la Casa de Julieta”, una residencia del siglo XIV con un pequeño balcón con vista a un patio.
Uno de los imperdibles aquí es la Arena de Verona, un enorme anfiteatro romano del siglo I, que actualmente es sede de conciertos y presentaciones de ópera a gran escala. Además de este sitio, lo más importante de ver en Verona es:
Piazza delle Erbe (plaza histórica y la más antigua de Verona)
Piazza Bra (la plaza más grande de Verona)
Torre de Lamberti (campanario medieval)
Piazza dei Signori
Teatro Romano
Catedral de Verona (construida sobre dos iglesias antiguas)
MANTUA, VICENZA Y PADUA
También fuimos a Mantua (Mantova en italiano), una ciudad en el norte de Italia rodeada por tres lagos artificiales, famosa por el legado arquitectónico de los gobernantes renacentistas Gonzaga, quienes construyeron el Palacio Ducal (el cual alberga la Cámara de los Esposos, decorada con frescos de Andrea Mantegna) y el Palacio del Té (conocido por la Sala de los Gigantes, pintada con escenas mitológicas).
Otra ciudad que recorrimos fue Vicenza, conocida por sus elegantes edificios del siglo XVI, diseñados por el arquitecto Andrea Palladio: la Basílica Palladiana, el Palazzo Chiericati (que ahora alberga una galería de arte) y el Teatro Olímpico (que reproduce un clásico teatro al aire libre pero cubierto). En las afueras de la ciudad está Villa La Rotonda, en lo alto de una colina, que destaca por tener cuatro fachadas idénticas.
Vicenza me encantó. Algo sabía de Palladio y su influencia en muchas construcciones en el mundo, incluso en la Casa Blanca. Estar ahí y ver la cantidad de obras suyas es impresionante. La mayoría está considerada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Padua (en italiano, Padova) es otra ciudad que visitamos en la región del Véneto, en el norte de Italia. Es conocida por los frescos de Giotto en la Capilla de los Scrovegni, que datan de inicios del año 1300, y la amplia Basílica de San Antonio de Padua, del siglo XIII. En esta basílica, que tiene domos de estilo bizantino y destacadas obras de arte, está la tumba del santo del mismo nombre.
Otro aspecto a destacar en Padua son sus calles con arcadas y elegantes cafeterías del centro antiguo, las cuales son frecuentadas por los estudiantes de la Universidad de Padua, institución que se fundó en 1222 y es una de las más antiguas del mundo.
CRUCERO POR EUROPA
Luego de este lindo recorrido por impresionantes ciudades y pintorescos pueblos del norte de Italia, viajamos hasta Venecia para embarcarnos en el crucero Crystal Serenity, un día 14 de septiembre al mediodía.
Este crucero por Europa es muy recomendable. Tiene comida exquisita y es muy familiar y entretenido. A bordo de él navegamos por el mar Adriático, en la costa este de Italia, deteniéndonos en Kotor (Montenegro), Corfú (Grecia), Dubrovnik y Split (Croacia), y Koper (Eslovenia), para finalmente volver a Venecia.
Las excursiones del barco no me gustaron ya que me parecían muy masivas. Por eso, en Dubrovnik contratamos por nuestra cuenta, a través de Virtuoso, un guía que nos hizo un pequeño tour, solo para nuestro grupo. El guía era excelente, culto y entretenido, y tenía sus propios buses pequeños.
Dubrovnik me fascinó. Parecía un monumento con sus enormes murallas medievales de piedra, sus puentes elevadizos y una costa increíble. A pesar de ser septiembre (alta temporada) y de tener mucha afluencia de turistas, me pareció una ciudad de cuento. Además, la gente es encantadora y alegre.
Split es otra maravilla de Croacia, famosa por sus playas y el gran Palacio de Diocleciano, construido por encargo de este emperador romano. Las ruinas se extienden por el centro de la ciudad e incluyen varios edificios. Lo más impresionante es que en el interior de esta fortaleza hay una catedral. En Split también hay muy buenas tiendas y una entretenida historia, pero desgraciadamente tiene harto turista.
DE VUELTA EN LA TOSCANA Y UMBRÍA
Luego de siete días a bordo de este increíble crucero por Europa, desembarcamos con gusto a poco en Venecia. No recorrimos esta ciudad ya que estaba llena de gente. En vez de eso, partimos nuevamente hacia el sur de Italia para alojar en Perugia, capital de la región de Umbría, para, desde ahí, recorrer otros maravillosos pueblitos de La Toscana y Umbría, acercándonos así a Roma.
Alojamos en un hotel dentro de un precioso castillo antiguo cerca de Perugia. Fue muy agradable la idea de quedarnos en las regiones de La Toscana y Umbría, en plena campiña italiana. En la mañana nos íbamos a recorrer pueblitos y en la tarde disfrutábamos de la tranquilidad del campo, con un rico chianti (famoso vino toscano) y una deliciosa comida casera.
Tuvimos tres días para recorrer Perugia, Gubbio, Montepulciano y Spoleto. Luego volvimos a Roma y nos quedamos una noche en un hotel más central, en pleno centro histórico, al frente del Panteón. Así terminamos este maravilloso viaje por el norte de Italia y Croacia.
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Para terminar, si quieres leer más sobre Italia, te invitamos a disfrutar esta nota sobre Capri, la famosa isla italiana del golfo de Nápoles. Para recomendaciones sobre cómo elegir un crucero, ingresa aquí.
