En diciembre de 2021 tuve la suerte de viajar con mi familia en crucero por el Caribe a bordo del Symphony of the Seas, el barco más grande del mundo y de Royal Caribbean. Al momento de embarcar, la verdad es que no lo podíamos creer, definitivamente es una maravilla de la ingeniería y la imaginación hecha barco.
Este maravilloso barco de Royal Caribbean fue inaugurado el año 2018, cuenta con 18 pisos y siete vecindarios que comparten un atractivo diseño y personificación de cada espacio. ¡Ideal para un viaje en crucero con la familia!
SYMPHONY OF THE SEAS: CRUCERO POR EL CARIBE
Hay tantas actividades entretenidas y distintas para hacer a bordo de Royal Caribbean International que, a diferencia de lo que podría pensarse de un viaje en crucero, es imposible aburrirse. Partiendo por un paseo en el Central Park, donde puedes hacer una caminata en un parque al aire libre… ¡navegando sobre el mar!
Luego en el Royal Promenade puedes disfrutar de un rico Starbucks en alta mar mientras paseas por tiendas de vanguardia. Para los que preferimos un poco más de acción recomiendo el patinaje sobre hielo, la cancha de minigolf para jugar en familia, el muro de escalada y la tirolina. ¡Todo a bordo de un crucero por el Caribe!
Si lo tuyo es el chill out bajo el sol, en la cubierta del Symphony of the Seas puedes encontrar muchas opciones, desde cinco piscinas a 10 jacuzzis. Pero los imperdibles de este viaje en crucero son los simuladores de surf Flow Rider, en los que realmente uno puede lograr surfear con un poco esfuerzo, y el tobogán Ultimate Abyss, para los amantes de la adrenalina.
Fue impresionante en el Symphony of the Seas encontrar más de 20 opciones gastronómicas, para todos los gustos y cada una con un ambiente único. Desde cupcakes para los niños hasta sushi, comida mexicana rápida y restaurantes gourmet a la carta. El restaurante que más nos fascinó por lejos fue Wonderland, con su espectacular cocina imaginativa inspirada en la película Alice in Wonderland.
COCOCAY, LA ISLA DEL CARIBE DE ROYAL CARIBBEAN
Una de las cosas que descubrí en este crucero por el Caribe fue que el concepto de vacaciones es distinto para todos, en especial en Perfect Day® at CocoCay®, la isla privada de Royal Caribbean, una de las paradas de este viaje en crucero.
Esta maravillosa isla del Caribe ubicada en Bahamas fue estrenada el año 2019. Coco Cay es exclusiva para los huéspedes de la naviera y es el puerto de paso que está incluido en la mayoría de los itinerarios por el Caribe. Para algunos, la escapada de playa perfecta no está completa sin actividades llenas de adrenalina, mientras que otros prefieren relajarse en una tranquila ubicación con vistas al mar. Esta vez, y junto a mi familia, logramos disfrutar ambos mundos, viviendo una aventura inolvidable.
Llegamos a la isla de Royal Caribbean a las ocho de la mañana y nos recibieron con una cálida bienvenida en la plaza central, con bailarines disfrazados y música típica en vivo. Como Cococay es grande, cuenta con un servicio de transporte gratuito, una línea de tranvía que circula cada 15 minutos entre el barco y las principales atracciones, lo que hizo la experiencia mucho más cómoda.
Nunca imaginé encontrar en un solo lugar tanta variedad de actividades para todas las edades y gustos, así que tuve que aprovechar al máximo este día de ensueño. Lo primero fue saciar la sed de los más aventureros de la familia en el parque acuático Thrill Waterpark.
En la isla de Royal Caribbean recorrimos algunos de los ocho toboganes, pero por lejos, el más emocionante fue Daredevil’s Peak, ya que, con una altura de 41 metros, es el tobogán más alto de Norteamérica.
A esta aventura también se sumó la Tirolesa sobre el agua con un recorrido de 500 metros y, la última sensación, el Up, Up and Away, donde pudimos disfrutar de las mejores vistas en un globo de helio elevado 140 metros por encima de esta isla en Bahamas.
Para los amantes de los deportes acuáticos, descubrimos que en Cococay hay disponibles tours en kayak y jet ski, arriendo de snorkel, tours y programas de scuba, cancha de vóleibol de playa, entre otros geniales panoramas.
PLAYAS DEL CARIBE
Pasado el mediodía y luego de tanta adrenalina decidimos descansar un rato y disfrutar de la playa. En ese momento nos dimos cuenta de que en Cococay existe un gran abanico de posibilidades para gozar de un merecido relajo.
Desde disfrutar un coctel caribeño y deleitarte con el ambiente en el bar de la piscina de agua dulce más grande de Bahamas, hasta tomar el sol en una cabaña privada flotante o simplemente relajarte en una reposera en la playa mirando el mar desde esta isla del Caribe.
Si eliges la piscina, recomiendo el Oasis Lagoon, la piscina de agua fresca más larga del Caribe, la cual tiene varios puntos interesantes como tres islas en el medio, bares con asientos dentro del agua (¡uno de ellos con música debajo del agua!), además una parte baja para los más pequeños.
Respecto a las playas de Cococay, hay bastante donde elegir y cada una ofrece bellísimos paisajes. Destaco Chill Island, con aguas cristalinas y arenas blancas, que además cuenta con un restaurante con comidas complementarias entre otros restaurantes sin cargo en esta isla del Caribe.
En nuestro caso, decidimos arrendar una cabaña flotante para ocho personas en Coco Beach Club, sin dudas la mejor decisión. El lugar era un verdadero paraíso y ahí fuimos atendidos por un concierge, quien nos entregó un servicio personalizado a la carta, así como cualquier otra cosa que pudiéramos necesitar.
Las cabañas también incluían agua embotellada ilimitada, un área de comedor, cuatro sillones, sofá, ventilador de techo y altavoces Bluetooth para escuchar nuestra música favorita. También contaba con minibar variado con vinos, cervezas y refrescos.
Además, cada cabaña flotante cuenta con una hamaca sobre el agua para dos personas, un tobogán en el mar y un frigobar. Debo decir que el tobogán en el mar resultó maravilloso para los más pequeños, al igual que el snorkel que hicieron alrededor. Fue una tarde de lujo. La gastronomía estuvo espectacular, y todos pudimos disfrutar de una vista soñada en un ambiente único y singular.
Lástima que llegaron las cinco de la tarde y debimos partir de esta isla del Caribe y regresar al barco Symphony of the Seas, para continuar con nuestro viaje en crucero. Definitivamente, había sido un día perfecto en Cococay y nos quedamos con ganas de volver.
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Por último, puedes leer sobre otra experiencia a bordo de un crucero por el Caribe en esta nota.
