“¿Cómo es India?, ayer me preguntaste y yo, que aún llevo su polvo en mis sandalias,
y su luz, como un ascua, en la mirada, medité y no supe contestarte.
India es agua sucia y sol brillante, polvo grisáceo entre el oro y la plata,
un viejo en cuclillas trenzando sin pausa y una niña de mirada penetrante.
Como una noria que gira incesante. Un beso ardiente a la persona amada
y un cuerpo que, en la tarde, se hace llama, poemas de amor y muerte en un instante.
Saris de colores deslumbrantes entre miseria de gente reposada.
Gente sencilla, religiosa y clara visitando monumentos de gigantes.
Impenetrable, de misterio llena, no puedo definirla. Se me escapa
cual pájaro que eternamente vuela.
Un gran deseo se me ancló en el alma. ¡Volver! Volver de nuevo a aquella tierra
antes de ser ceniza de la nada”.
–Eduardo Criado
Siempre quise volver a la India. Cuando apenas tenía siete años, viví en Pakistán y la India con mi familia porque mi papá trabajaba como observador de las Naciones Unidas en el conflicto de Cachemira. Esa experiencia tan fuerte y especial me marcó para siempre.
La oportunidad de volver a este increíble país se presentó gracias a los negocios de Pablo, mi marido. Habíamos estado en varios países de Asia buscando productos para sus tiendas, pero no habíamos descubierto el destino ideal donde encontrar esos objetos especiales para los locales. Es así como finalmente nos convencimos de que la India era el destino que nos esperaba.
De este modo, partió nuestra aventura por este país único y maravilloso. En nuestro viaje a la India encontramos todo lo que estábamos buscando: inspiración y productos únicos que harían de las tiendas lugares súper atractivos para los clientes. Por otro lado, este país nos ofrecía toda su cultura e historia milenaria tan interesante para el visitante.
India se convirtió en un destino recurrente para conseguir esos productos originales. Y básicamente, nuestros recorridos buscando cosas lindas y diferentes los hicimos en el norte del país: en Delhi, la capital, y Jaipur, conocida como la Ciudad Rosada.
DESCUBRIENDO NUEVA DELHI: HOTEL IMPERIAL Y JANPATH AVENUE
Nuestro primer viaje a la India fue en 2006, antes de la modernización del Aeropuerto de Nueva Delhi (el Indira Gandhi International Airport), por lo tanto, el shock cultural a la llegada lo vivimos desde el momento del aterrizaje. Prácticamente, nos bajamos del avión y nos vimos en un estacionamiento de tierra buscando algún vehículo para llegar a nuestro hotel.
Desde el primer instante todo nos pareció distinto: las personas con sus vestimentas, los olores, el paisaje y el idioma. Todo impactaba nuestros sentidos y nuestra cabeza que no paraba de procesar lo que estaba aconteciendo allá afuera.
Pese a todas las dificultades propias de un destino tan complejo como la India, íbamos muy entusiasmados y bastante bien “dateados”.
Una de las recomendaciones que tomamos resultó ser una excelente sugerencia para la llegada a la India: ir a tomar desayuno al Imperial, el primer hotel de lujo de Nueva Delhi, que se abrió en 1931. Este hotel fue el refugio para la realeza y para las conversaciones políticas durante la época de la India Británica. Fue aquí donde Jawaharlal Nehru, Mohandas Gandhi, Muhammad Ali Jinnah y Lord Mountbatten se reunieron para discutir sobre la partición de la India y el nacimiento de Pakistán.
Con el cansancio a cuestas tras eternas horas de viaje, un incomparable desayuno buffet en un hotel de lujo de la época colonial es un bálsamo maravilloso para comenzar la aventura por la capital de la India. Además, su ubicación es insuperable, lo que permite comenzar inmediatamente el tour por Delhi.
El Imperial se ubica en Janpath Avenue, una de las calles más fascinantes para la compra de artículos indios que gustan mucho a los occidentales: vestimentas, telas, joyas, libros y artesanías de distintas regiones del país. ¡Imperdible!
Un panorama que hace olvidar la fatiga, incluso al viajero que ha cruzado el mundo para llegar a este destino. Yo llegué a bautizar este lugar como “el paraíso”. Con Pablo fuimos unas seis o siete veces a este país y nunca podía faltar la visita a esta calle comercial en nuestros viajes a la India.
Pero no todo se reduce a Janpath Avenue. Desde ahí, se puede caminar y recorrer el centro financiero y comercial de la capital, el Connaught Place, construido bajo la ocupación británica entre 1929 y 1933. La zona consiste en una doble rotonda llena de cadenas de tiendas y restaurantes con edificios de columnas blancas de arquitectura georgiana. ¡Todo un panorama para el visitante!
NUEVA DELHI Y OLD DELHI, HERENCIA MOGOL Y BRITÁNICA
Cabe destacar que cuando hablamos de Delhi nos referimos al área metropolitana que incluye a Nueva Delhi, la capital del país fundada por los británicos en 1911 en reemplazo de Calcuta, y a Old Delhi, la antigua capital del Imperio Mogol. En estas dos zonas de la gran ciudad hay muchos lugares de interés para visitar.
Muy cerca del Connaught Place se ubica uno de los imperdibles de Nueva Delhi en todo viaje a la India: el Gurdwara Bangla Sahib, el principal templo sij de la capital.
La religión sij es una de las creencias minoritarias de la India, pero quizás una de las más influyentes e identificables. Los varones que profesan esta fe llevan un turbante que esconde el pelo que no deben cortar nunca en su vida. Esta corriente es monoteísta y toma elementos del Islam y el Hinduismo, las dos principales religiones de la India.
El templo de los sijs en Delhi es fácilmente reconocible por su gran cúpula dorada y su estructura de mármol. Es un edificio precioso muy bien mantenido y muy limpio, algo que se agradece en este país donde muchas veces, lo que más echamos de menos es la cultura higiénica de occidente.
Otra zona que no puede quedar fuera del tour por Nueva Delhi es el complejo de edificaciones gubernamentales construido por los ingleses en el marco de la planificación de la nueva capital de la India Británica. Me refiero a la Delhi de Lutyens, llamada así en honor al arquitecto británico Edwin Lutyens (1869 – 1944), responsable del diseño y construcción de gran parte de los edificios administrativos de la nueva capital del Raj Británico.
Todas estas construcciones combinan el clasicismo de la construcción occidental con la extraordinaria arquitectura mogol y sus jardines acuáticos. El edificio más importante diseñado por Lutyens en Nueva Delhi es el conocido como Rashtrapati Bhavan. Este palacio sería la residencia oficial del virrey de la India y, en la actualidad, del Presidente del país.
Esta zona de la ciudad es muy interesante y la recomiendo sí o sí en todo viaje a la India porque muestra al visitante un nuevo orden arquitectónico que combina de manera magistral el urbanismo, el paisajismo y sus dimensiones espectaculares en el marco de una cuidadosa planificación que nos hace recordar ciudades como Washington D.C. en Estados Unidos.
EN UN RICKSHAW POR OLD DELHI
En la parte vieja de la ciudad, Old Delhi, también encontrarán varios puntos de interés. Sin embargo, les recomiendo partir apreciando el ambiente y la vibrante vida de sus calles a través de un paseo en rickshaw, para tomarle el pulso a las estrechas callejuelas de esta parte de la urbe.
Quizás el lugar más emblemático de Old Delhi sea el Fuerte Rojo. Considerada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, esta fortaleza era el palacio fortificado del emperador.
Su nombre se debe al color rojo de la piedra arenisca con que se construyeron sus espesas murallas en 1638. Se considera que esta construcción es una muestra representativa del apogeo de la creatividad del arte mogol, que en tiempos del emperador Shah Jahan (quien mandó a construir el famoso Taj Mahal) alcanzó su mayor grado de refinamiento.
La planta del palacio se basa en prototipos islámicos, pero cada uno de los pabellones muestra elementos arquitectónicos típicos de los edificios mogoles, en los que se puede observar la fusión de las tradiciones persas, timures e hindúes.
La planificación y el estilo arquitectónico innovador del Fuerte Rojo, así como el diseño de sus jardines, ejercieron una influencia considerable en la concepción de edificios y jardines realizados posteriormente en otros lugares de la India.
LA GRAN MEZQUITA, TUMBA DE HUMAYUN Y AKSHARDHAM
Otro imperdible en la Ciudad Vieja es Jama Masjid, la Gran Mezquita. No es ni mucho menos la única mezquita de este distrito, pero es la más frecuentada y relevante. Es la más grande de India, construida (al igual que el Fuerte Rojo) en el siglo XVII en tiempos del emperador mogol Shah Jahan. Por eso, es un imprescindible en un viaje a la India.
Como probablemente habrán concluido, la dinastía mogol (que gobernó la India entre los siglos XVI y XIX) es de religión musulmana, a diferencia de la mayoría de la población de la India que es hindú.
De hecho, los monumentos más emblemáticos de la India son islámicos, incluso el Taj Mahal, una construcción funeraria que el emperador musulmán Shah Jahan erigió en honor de su esposa favorita, Mumtaz Mahal, quien murió en el parto de su decimocuarto hijo.
Este maravilloso edificio ubicado en Agra, a unos 250 kilómetros de Delhi, fue reconocido en 1983 por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad por ser “la joya del arte musulmán en India y una de las obras maestras del patrimonio mundial admiradas universalmente”. Sin embargo, si en su viaje a la India no tienen contemplada una visita a Agra, en la misma ciudad de Delhi podrán ver un monumento precioso de la arquitectura mogol considerado como el precursor del estilo del Taj Mahal.
Me refiero a la tumba de Humayun. Esta tumba–jardín fue construida por la viuda principal del emperador Humayun, Bega Begum. El lugar es una excelente parada, no solo para contemplar el encanto del edificio sino para descansar del caótico ambiente de la ciudad. El silencio y la belleza de sus jardines permiten un momento de relajo y contemplación único en Delhi.
Hay un sitio que no es musulmán, que no es antiguo y que no queda en el centro del área metropolitana de Delhi, pero que vale mucho la pena conocer en un viaje a la India: el templo hindú de Akshardham. ¡Fabuloso! En mi opinión, este monumento es una de las visitas más sorprendentes de Delhi. Entre los templos de esta ciudad, pocos tienen la belleza y grandiosidad del gran templo de Akshardham.
La India tiene miles de atracciones interesantes para visitar, y la mayoría de ellas con mucha historia. Sin embargo, este templo es moderno. Fue inaugurado en 2005, después de varios años de planificación y construcción.
La edificación está un poco alejada del centro y de las demás visitas. Es por ello y por su construcción reciente, que algunos viajeros que van justos de tiempo, se lo saltan. Akshardham es un gran complejo, y hay muchas cosas diferentes para ver y hacer dentro de este hermoso tesoro de la arquitectura india.
Sin duda, se me quedan afuera muchos lugares por descubrir en esta gran metrópoli. Espero haberlos entusiasmado con estos imperdibles de Delhi, un excelente destino para comenzar la aventura por este maravilloso país.
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Por último, si se quedaron con ganas de leer más viajes a la India, pueden conocer crónicas de viaje por otras regiones de este gran país en las notas “India en el corazón” o “India, un destino alucinante”.
