Encontrar un destino que combine relajo, diversión y que además te permita descubrir lugares nuevos cada día, no es tan fácil como parece. Especialmente cuando quieres darle en el gusto a toda la familia. Y cuando digo toda, es ¡TODA!
Mi mamá nos invitó a pasar las vacaciones el verano pasado y la opción de un barco sonaba tentador. El grupo lo componía ella, mi hermano mayor, junto a su mujer y sus dos hijos adolescentes, de 13 y 15 años, y mi familia compuesta por mi marido y mis dos niñas pequeñas, de 7 y 9 años.
Nos decidimos por conocer el nuevo Wonder of the Seas, de Royal Caribbean, y tal como su nombre lo dice: ¡es una maravilla!
Tras disfrutar unos días recorriendo los parques de entretenciones en Orlando, una parada que los nietos no perdonarían, nos embarcamos una semana en este fabuloso barco, repleto de panoramas, lugares para conocer y rincones alucinantes por descubrir. Mientras mi mamá se relajaba en el Spa y disfrutaba de las piscinas, mi hermano y mi cuñada compartían ricos aperitivos en el bar flotante.
Los adolescentes, mientras tanto, se entretenían en el mini golf, el simulador de surf y el muro de escalada. Mi marido, en cambio, pudo entrenar todos los días en las canchas de deportes y ver más de una película en la cómoda sala de cine, mientras yo me tomaba un café paseando por el Central Park, un lugar con tiendas a bordo, luego terminé el día disfrutando del solárium exclusivo para adultos.
Mis niñitas, por su parte, no daban más de felicidad participando en el Adventure Ocean, el club para niños segmentados por edades, que les aseguraba horas de diversión mientras los padres disfrutábamos en absoluta tranquilidad. Los juegos infantiles inspirados en animales marinos del Wonder Playscape también causaron sensación.
BAHAMAS, MÉXICO Y PUERTO CAÑAVERAL
La primera parada fue vivir la experiencia “Perfect Day at Cococay”, una isla privada de Royal Caribbean en Bahamas donde es imposible aburrirse. Con toboganes, piscinas, bares y restaurantes deliciosos, disfrutamos de un día soñado.
Pero lo mejor, sin dudas, fue la cabaña que arrendamos con servicio personalizado y resbalín que caída directo sobre el mar. ¡Los más chicos no daban más de felicidad! Mientras tanto los grandes, pasamos la tarde haciendo snorkel. ¿Qué mejor? Esa noche cenamos todos a bordo en el exquisito restaurante “The Mason Jar” y luego compartimos una divertida noche de karaoke, para muy temprano en la mañana desembarcar en Cozumel.
La hospitalidad, carisma y encanto del caribe mexicano nos atrapó desde el primer momento. Una isla vibrante que nos recargó de energía y nos hizo disfrutar de una comida mexicana llena de sabor, ¡incluso para los más pequeños!
Roatán desde el cielo
La siguiente parada que hicimos fue conocer Roatán, en Honduras. Un paraíso de aguas cristalinas que disfrutamos grandes y chicos por igual. Mis sobrinos hicieron snorkel una vez más, y junto a mi marido y mis niñitas aprovechamos de realizar una divertida excursión donde vimos monos, perezosos e iguanas.
La penúltima parada fue Puerto Costa Maya. Ahí tuvimos la suerte de visitar las ruinas mayas de Chaccoben, y aprovechamos de bañarnos en el mar en una de sus tantas preciosas playas. Tomamos ricos helados y nos relajamos caminando por el puerto antes de volver a nuestro increíble barco.
Continuamos el viaje de regreso hacia Puerto Cañaveral, nuestro puerto final, aprovechando cada momento. Lo mejor de Wonder of the Seas es que aunque el barco es enorme, y las ganas de aprovechar cada actividad es inevitable, nunca dejamos de compartir las comidas ni de disfrutar panoramas juntos. Gracias a Wonder of the Seas de Royal Caribbean, tuvimos la oportunidad de combinar los gustos de cada uno, en un espacio de calidad para salir de la rutina y reencontrarnos como familia. Ver a mi mamá tan feliz junto a sus nietos, fascinados con el increíble show del Aqua Theather, no tiene precio.
Los días pasaron volando y no queríamos que las vacaciones se acabaran. “La abuela del año” nos había regalado más que una semana de vacaciones. Nos había regalado alegrías, risas, anécdotas y recuerdos imborrables, pero sobre todo, nos había demostrado que viajar todos juntos en crucero era, por lejos, la mejor idea. Si quieres reservar el tuyo, haz click aquí.
