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    Atrapados por el encanto único de Normandía y Bretaña

    Marcela Tocornal Viajes.cl
    Escrito por Marcela Tocornal Viajes.cl | 18 diciembre 2023
     
    Al pensar en Francia, la mente suele transportarnos a las luces brillantes de París o los campos de lavanda de la Provenza, pero acá te contamos sobre un rincón igualmente encantador y repleto de historia en el noroeste del país: Normandía y Bretaña
     

    Con su identidad francesa entremezclada con lo inglés, visitar esta región es una oportunidad única de experimentar del norte de Francia: playas de arena blanca y acantilados salvajes, poderosas fortalezas medievales y ciudades de encanto, elegantes catedrales góticas, una impresionante arquitectura contemporánea e inspiradoras flores silvestres que nos cuentan su historia inagotable. 

     

    GettyImages-1423136144   Normandía

     

    A todo esto se suma su irresistible y exuberante gastronomía, la cosecha que día a día los pescadores sacan de sus puertos, el sabor exótico de la sidra y los famosos quesos de fama mundial. 

    Si te encanta la historia del arte, la literatura, la arquitectura, gastronomía y los lindos paisajes, nuestro Viaje de Colección, Francia: Normandía y Bretaña es lo que estás buscando para viajar este 2024.

     

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    Playa Normandía

     

    Entraremos en la región de Normandía a través de una de sus puertas más significativas: el camino entre Giverny y Rouen. Se dice que cuando Claude Monet vio el pequeño poblado de Giverny desde el tren, fue cautivado por su belleza y decidió convertirlo en su hogar y su fuente de inspiración. 

    Desde allí seguiremos a la región de Les Andelys, que llamó la atención de otro de los grandes de la historia, en el siglo XII, Ricardo Corazón de León tuvo que sobornar al mismísimo Papa para poder construir aquí su castillo. Desde las alturas de la fortaleza, podía controlar el tráfico en el río Sena e impedir que el rey de Francia pudiera acceder a la ciudad de Rouen.  

     

    GettyImages-1096952632Vista aérea río Sena, Les Andelys, Normandía

     

    Seguiremos avanzando hacia el norte hasta llegar a Lyons-la-Forêt para sorprendernos con sus casas de madera y sus calles que datan del siglo XVII.  También visitaremos la Abadía de Fontaine Guerard. Seguiremos por la ruta del Sena hasta llegar a nuestro primer lugar de destino: la capital de la alta Normandía, la ciudad de Rouen.  

    Esta ciudad fue víctima de los bombardeos que precedieron al Desembarco en Normandía (1944), pero ha sido casi totalmente reconstruida, convirtiéndola en una de las ciudades medievales más seductivas de la región con sus calles vibrantes y sus asombrosas catedrales y museos. 

    Rouen es una ciudad de incomparable riqueza histórica y un magnífico patrimonio arquitectónico. Algunos de los lugares que visitaremos incluyen la impresionante catedral de Notre-Dame de Rouen, la Plaza del Mercado Viejo, el antiguo reloj astronómico y el lugar en donde murió Juana de Arco, entre muchos otros. 

     GettyImages-1018817640Vista a la ciudad de Rouen

     

    En nuestro tercer día, visitaremos los alrededores de Rouen en lo que se conoce como La Boucle de Roumare. Esta zona se caracteriza por los preciosos paisajes que rodean al Sena, quién seguirá siendo el gran protagonista de estos días. Visitaremos castillos, iglesias y monumentos que nos hablan de su riqueza histórica y arquitectónica.  

    Después de visitar lugares tan únicos como Bonsecour, Belbeuf y St-Adrien, regresaremos a nuestro hotel en Rouen. 

    En el cuarto día, el Sena seguirá siendo la guía que nos lleva a los maravillosos destinos. Viajaremos por los Boucles de la Seine, las curvas del Sena. El término se refiere a la forma sinuosa que el río adopta en esta parte de su recorrido. La zona está llena de preciosos paisajes naturales, pueblos muy pintorescos y pequeñas ciudades que son un reflejo de la típica arquitectura normanda.  

    Además de sus bondades naturales, esta región es de una enorme riqueza histórica y cultural con castillos, iglesias, plazas y jardines que datan del siglo XIII. También es una zona que atrae a sus visitantes por los deliciosos quesos y la sidra. Ha sido fuente de inspiración para numerosos artistas y escritores a lo largo de la historia. 

     

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    El famoso queso Camembert típico de la zona

     

    Es un lugar en dónde la arquitectura medieval se une con lo moderno. Cruzaremos el puente de Brotonne, el “puente jorobado” más alto del mundo. Estos puentes son más altos en el centro que en los extremos, lo que les da su característica forma de joroba, de allí su nombre. ¡Los más aventureros podrán vivir la experiencia de cruzarlo a pie!  

     

    Seguiremos camino a Villequier para visitar uno de los pueblos más bonitos de la Ruta Histórica de Casas de Escritores y conocer la historia de Víctor Hugo. El autor de “Los Miserables” vivió en este lugar uno de los hechos más dramáticos de su vida y que marcarían lo obra del famoso poeta, novelista y dramaturgo del siglo XIX. Caminaremos por las orillas del río Sena para disfrutar de uno de sus más lindos paisajes. 

     

    A sólo 4 kilómetros de Villequier nos espera, majestuosa, la catedral de Notre-Dame de Caudebec-en-Caux. Construida a partir de la primera mitad del siglo XV, el rey Enrique IV se refirió a ella como “la iglesia más bonita de todo el reino”. Y la guinda de la torta para este día, nos espera en Saint-Wandrille.

     

    En nuestro quinto día, haremos un giro y dejaremos las catedrales, los monumentos y los pueblos medievales para adentrarnos en la sin igual Costa de Alabastro y el País de Caux. Esta región es conocida por su paisaje rural, sus colinas suaves, los espectaculares acantilados y su proximidad a la costa del Canal de la Mancha. Es una zona agrícola muy importante en Francia, con tierras que se dedican al cultivo de cereales, remolacha azucarera y otros productos agrícolas.  

     

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    Acantilados Costa de Alabastro

     

    Posteriormente, visitaremos una de las ruinas más impresionantes y más hermosas de todo el país: La Abadía de Jumièges que fue construida en el siglo XI sobre las ruinas de una abadía del siglo VII destruida por los temidos vikingos. Desde aquí partiremos rumbo a Le Bec-Hellouin.  

    Finalmente, pasearemos por la que se conoce como la Venecia Normanda: Pont-Audemer. La villa está plácidamente instalada entre dos brazos del río Risle, que están conectados entre sí por canales. Los numerosos cursos de agua que surcan el pintoresco y acogedor centro histórico añaden todo el encanto al lugar. Las casas típicas con entramado de madera que se reflejan en las aguas del Risle, los pequeños puentes que cruzan los canales, los antiguos lavaderos y secaderos de curtidores, o la iglesia de San Audoeno, donde se entremezclan los estilos románico, gótico y renacentista, con sus espléndidas vidrieras de los siglos XV y XVI, son algunos de los atractivos que nos develará este paseo. 

    Llegaremos para instalarnos en una de las joyas del estuario del Sena: la ciudad de Honfleur. ¡No cabe duda que Courbet, Monet y muchos otros artistas no se equivocaron al escogerla como su fuente de inspiración!   

    En el sexto día de este maravilloso viaje, nos resistiremos a las bellezas de Honfleur para recorrer la zona al este de la Costa de Alabastro. La idea es tener el panorama completo de esta extraordinaria costa para disfrutar en el día séptimo de una jornada mucho más descansada en el que, para muchos, es el pueblo más lindo en las costas de Normandía. 

     

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    Honfleur

     

    Empezaremos por Le Havre, el segundo puerto más importante de Francia después de Marsella y que se ha convertido en un “centro de peregrinación” obligatorio para los amantes de la arquitectura contemporánea.  

    En los años de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), este puerto quedó seriamente dañado y fue bombardeado por los Aliados. Fue reconstruido enteramente por un sólo arquitecto, Auguste Perret, quién supo integrar lo poco que quedó de las antiguas construcciones con el concreto de los edificios modernos. Para muchos, lo poco amigable de esta ciudad se supera con los 2 kilómetros de playa que baña los pies del puerto y con los numerosos cafés, restaurantes, bares y tiendas.   

    Maravilloso y excepcional es el panorama que nos espera entre Étretat y Fécamp. El recorrido por la costa terminará en el museo-castillo de Dieppe. En sus salas, esta fortificación contiene numerosos objetos que dan testimonio de la riqueza marítima de esta ciudad y la importancia que el marfil ha tenido en ella. El castillo también ofrece maravillosas vistas de la ciudad y el paseo marítimo. 

     

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    Etretat, Le Havre

     

    Y, como lo prometido es deuda, al día siguiente nos quedaremos en Honfleur para disfrutar de su singular belleza. Visitaremos el viejo puerto, la Iglesia de Santa Catalina y el museo de Eugéne Boudin, entre otras cosas.  

    Antes de llegar a nuestra próxima ciudad base, Caen, viviremos la emocionante experiencia de cruzar el Puente de Normandía. 

    La ciudad de Caen es de una riqueza histórica y cultural extraordinaria. Aquí se junta lo medieval con la historia del siglo XX y, muy especialmente, de la Segunda Guerra Mundial. No es coincidencia que su nombre, que viene del celta, signifique “campo de batalla”.  

    Fue fortificada en el siglo XI por Guillermo el Conquistador, uno de los personajes más controversiales y emblemáticos de la Edad Media y que cambió la historia de toda esta región para siempre.   

    Posteriormente, en el siglo XX, Caen fue víctima de los ataques de la Segunda Guerra Mundial y testigo privilegiado de la liberación por los Aliados tras el desembarco en Normandía, en el famoso día D.  

    Visitaremos Arromanches y las playas del Desembarco en Normandía. Los Aliados llegaron a esta costa en junio de 1944 para liberar a Francia y a Europa en uno de las operaciones militares más importantes y significativas de toda la historia. 

    Los cementerios que hay en la zona son el recordatorio de que unos 130 mil soldados de distintas nacionalidades y culturas perdieron su vida en esta región al norte de Francia. También existen muchos museos y memoriales que intentan explicarnos y acercarnos a estos años en que el mundo fue estremecido por la guerra y el dolor. 

    En el décimo día de este apasionante recorrido en que lo antiguo y lo contemporáneo se entremezclan en perfecta armonía, saldremos en dirección a la ciudad de Bayeaux. Esta ciudad medieval nos deleitará con su magnífica catedral y la espectacular tapicería que relata la historia de la Batalla de Hastings, en el 1066.  

    Uno de los momentos más espectaculares de esta travesía por Normandía será, sin duda alguna, nuestro encuentro con la tapicería de Bayeaux. Hecha de lana bordada sobre tela de lino, este tapiz es un valioso documento histórico que mide 70 metros de largo. Nos cuenta la manera en que el duque de Normandía, Guillermo el Conquistador, se convirtió en rey de Inglaterra tras derrocar al rey Harold en la batalla de Hastings, en el 1066.   

    La riqueza histórica de estas visitas va a complementarse con la belleza de los paisajes naturales que veremos cerca de Bayeaux. Terminaremos el día con una entretenida caminata por la Avenue de la Mer.  

    En día 11, dejaremos las costas del Desembarco y la historia del siglo XX para visitar una de las ciudades más elegantes y más bellamente posicionada en la geografía del lugar: St-Malo.

     

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    Vista aérea St-Malo

     

    Esta ciudad ha sido testigo de los más grandes personajes de la historia de Francia: los temidos corsarios. Lo primero que llama la atención son las murallas que han protegido a St-Malo y que fueron casi lo único que se conservó tras la destrucción del 80% de la ciudad por los bombardeos de 1944. La ciudad esta reconstruida y sigue siendo uno de los top five de la bretaña francesa. 

    Al día siguiente vamos a madrugar, pero ¡vale la pena! Y es que el Mont Saint-Michel es una de las maravillas del mundo occidental y es el sitio más visitado de Francia. ¡Más que la Torre Eiffel!  

    Parece un puzzle, pero es la realidad. Al comentar sus mil años de existencia, el presidente Macron definió este lugar como “un matrimonio entre la genialidad humana y la naturaleza”. Su silueta quedará grabada para siempre en nuestra mente y en nuestros corazones.  

     

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    Mont Saint-Michel

     

    Y por si fuera poco, en el último día de nuestro apasionante recorrido, seguiremos visitando lugares sorprendentes. La Costa Esmeralda recoge las vistas más lindas de esta región. La invitación es a recorrer la ruta que nos llevará desde Dinard hasta Cap Frèhel, disfrutando de los maravillosos paisajes costeros hasta llegar a los acantilados rojos, grises y negros que caracterizan esta parte de la costa bretona y al hermoso faro que ilumina sus noches.  

    Regresaremos a St-Malo para disfrutar de una tarde libre y de los últimos momentos de esta extraordinaria travesía por la región de Normandía y Bretaña. Pero esto no es el fin, sino que el principio de saborear todo lo vivido y sentido en esta experiencia que marcará nuestras vidas en un antes y un después del único y maravilloso norte de Francia. 

     

     
     
     
     
     
     
     
     
     

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