Dublín, es la capital y la ciudad más grande de la República de Irlanda, se caracteriza por ser un lugar vibrante lleno de historia, cultura y entretenimiento. A pesar de su lejanía en el mapa europeo, Irlanda, es un destino encantador, lleno de magia y de cuentos que te hacen soñar con que al final del arcoíris, realmente encontrarás al duendo con las monedas de oro.
Si estás considerando sumar este destino a tu eurotrip, te lo aconsejo absolutamente, yo estuve viviendo 7 meses ahí y volvería mil veces.
el Centro Histórico: Un Viaje por el Pasado de Dublín
El centro histórico de Dublín es un lugar fascinante que te transporta al pasado de esta increíble ciudad. Aquí, puedes visitar el Castillo de Dublín, una impresionante fortaleza que ha sido el centro del poder irlandés durante siglos. Tampoco te puedes perder la Catedral de San Patricio, una obra maestra de la arquitectura gótica que data del siglo XII. Para entrar a la catedral, debes pagar 11 euros, pero lo vale completamente.
Otro punto de interés es la universidad más antigua de Irlanda: Trinity College, donde podrás admirar el famoso Libro de Kells, un manuscrito medieval exquisitamente ilustrado. Pasear por las calles empedradas del centro histórico es como caminar a través de las páginas de un libro de historia, lleno de anécdotas y leyendas.
Interior de la Catedral de San Patricio
Temple Bar es, sin duda, el corazón palpitante de la vida nocturna dublinesa. Este barrio es conocido por sus coloridos pubs, música en vivo y una atmósfera que atrae tanto a locales como a turistas. Aquí puedes disfrutar de una auténtica pinta de Guinness mientras escuchas a talentosos músicos locales tocar en directo. Te aseguro que te sabrás más de alguna canción.
El mítico Temple Bar
Si viajas a Dublín, no te puedes perder una visita al Temple Bar Pub, uno de los establecimientos más emblemáticos de la ciudad, ni la oportunidad de bailar al ritmo de la música tradicional irlandesa en alguno de los muchos pubs que llenan sus calles.
Dublín ofrece una gran cantidad de parques y espacios verdes donde puedes relajarte y desconectar del bullicio urbano. El Phoenix Park es uno de los parques urbanos más grandes de Europa, alberga el zoológico de Dublín y la residencia oficial del Presidente de Irlanda. Es un lugar perfecto para un picnic, una caminata o simplemente para disfrutar de la naturaleza. Algo típico, es arrendar una bicicleta a las entradas del parque y correrlo así, porque ¡es gigante!
Parque St. Stephen's Green un día de verano
Otro lugar imperdible es el Parque St. Stephen's Green, un oasis de paz en el centro de la ciudad con hermosos jardines y estanques. Ideal para una pausa tranquila o para disfrutar de un almuerzo al aire libre.
Dublín es hogar de una rica variedad de museos y galerías que satisfarán a los amantes del arte y la historia. El Museo Nacional de Irlanda ofrece fascinantes exposiciones sobre la arqueología, la historia natural y la historia decorativa de Irlanda. La Galería Nacional de Irlanda posee una impresionante colección de arte europeo e irlandés.
No te pierdas el Museo de los Escritores de Dublín, donde puedes aprender sobre la vida y obra de famosos escritores irlandeses como James Joyce, Samuel Beckett, W.B. Yeats y el icónico Oscar Wilde. Cada museo y galería te brinda una oportunidad única para sumergirte en la rica herencia cultural de Dublín.
Calles dublinesas
La gastronomía de Dublín es una deliciosa mezcla de tradición y modernidad. No puedes dejar de probar el tradicional Irish Stew, un guiso de cordero con verduras que te reconfortará el alma. Otro plato típico es el Dublin Coddle, una sabrosa cazuela de salchichas, tocino, papas y cebolla.
Para los amantes de los mariscos, la costa irlandesa ofrece una excelente selección de pescados y mariscos frescos. Acompaña tu comida con una pinta de cerveza artesanal local o una copa de whisky irlandés para completar tu experiencia gastronómica.
Si estás de paso por Dublín, una escapada a los Cliffs of Moher es como un soplo de aire fresco que te dejará sin aliento y enriquecerá tu viaje.
Imagínate al borde de imponentes acantilados que se alzan majestuosamente sobre el rugiente Océano Atlántico, como si la naturaleza hubiera decidido hacer su propia versión de un rascacielos.
Las vistas panorámicas son simplemente espectaculares: kilómetros de costa escarpada, la fuerza indómita del mar y, en días claros, hasta las Islas Aran se asoman tímidamente en el horizonte.
Panorámica de los Cliffs of Moher
Es la oportunidad perfecta para conectar con la naturaleza en su estado más puro y salvaje, sentir la brisa marina en tu rostro y maravillarte ante la grandiosidad del paisaje irlandés. Además, el viaje desde Dublín te permitirá descubrir encantadores pueblos y paisajes rurales, ofreciéndote una visión más completa de la belleza de Irlanda. Aunque implique una excursión de un día, la majestuosidad de los Cliffs of Moher vale cada segundo. ¡Será un recuerdo imborrable de tu paso por Irlanda!